Ni quito ni pongo Rey… pero ayudo a mi señora, la III República

Consagrado en la Constitución el derecho a la libertad de expresión, bajo su estrellado manto de terciopelo violeta, me sumo al llamamiento de las alcaldías andaluzas y añado un respetuoso granito de arena más, con mis – sin duda – torpes reflexiones, al movimiento político y social que reclama, la convocatoria de un Referéndum, donde el Soberano – el pueblo español, castellano, catalán, vasco, andaluz, gallego, etc-, elija, en libertad, la forma de Estado por la que quiere ser gobernado. Desde el respeto a la Corona, sobre cuyos hombros descansa -conviene no olvidarlo nunca- la garantía de paz interna en los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire de España, que al Rey deben obediencia, recuerdo en esta hora con orgullo, la valiente desmovilización que el Rey ordenó en 1981, con motivo de la intentona golpista de Tejero. Vaya todo ese reconocimiento por delante. Lejos aún de conseguir una mayoría republicana que gane unas Elecciones Democráticas – única vía admisible, a mi juicio – para la respetable hegemonía de nuestra III República, más lejos aún se encuentra la repetición del gesto del Rey Alfonso XIII, cuando en 1931, perdidas las Elecciones, optó por abandonar el país, dignamente, e instalarse en Roma. Este pueblo nuestro está vivo y lucha por sus aspiraciones pacíficamente al amparo de una Constitución, que se le queda estrecha ya en muchos aspectos. La realidad social de cada día, las astronómicas diferencias salariales, la dialéctica por el bienestar y los nuevos derechos – que nada nos regala nadie –, el tupido tejido asociativo por la memoria histórica, las luchas de cada día contra ERES y regularizaciones salvajes, las deslocalizaciones, los apagones, el obstruccionismo permanente del PP y la facción mas reaccionaria de la Conferencia Episcopal al conocimiento científico, a las libertades sexuales; las apologías al fascismo y la quema de nuestra bandera de referencia constitucional, la tricolor, por parte de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista, el desmesurado y trasnochado recurso al secuestro de la Revista El Jueves, al avance imparable de los derechos al laicismo, la verdad, la justicia, la reparación con que se arropan libremente los pueblos libres de Europa desde 1946; todo ese conjunto de circunstancias, idus de Julio si se quiere, parecerían ser la demostración de la necesidad de estudiar por parte del Ejecutivo el mejor momento para Reformar la Constitución antes de las Elecciones del 2008, que incluya no solo la reforma de la ley Orgánica del poder Judicial, entre otras, sino que debe incluir la celebración de un Referéndum sobre la forma de Estado.La Corona ha obviado, si me lo permiten expresar, defendernos de los especuladores urbanísticos, de los apologetas del fascismo, del lavado de cerebro de la religión católica, de los terroristas de Estado como José María Aznar. Por eso estamos en nuestro buen derecho de darnos una forma de Estado limpia, con la que podamos vivir libres, autodeterminados, prósperos todos, alegres y seguros. Treinta años de rodaje democrático nos han dado a muchos la mayoría de edad, el uso de razón, que la intolerancia histórica nos quiso enturbiar. Una razón que queremos compartida con Europa y con el resto de los países democráticos, socialistas, del mundo. Y eso, a la Corona que nos libró de Tejero no le puede molestar, sino sutilmente, respetar recíprocamente nuestra libertad. Desde ese respeto mutuo: ¡Viva, viva la III Republica!